¿Qué es Mindfulness?

¿Mindfu… qué?, menuda palabreja, ¿pero cómo se pronuncia?, como nos gusta complicarnos, de hecho, allá que voy yo…. a ver si no te lío más.

Mindfulness puede traducirse como conciencia plena ( atención plena también nos vale, aunque luego cuando me ponga tiquismiquis igual matizo ;o), La «mejor definición» que he escuchado me la dio mi abuela María Luisa, “Mindfulness es estar a lo que se celebra Manolín”.

Es decir, mindfulness o conciencia plena, es una capacidad que todas las personas tenemos, más o menos desarrollada, que nos permite coordinar voluntariamente nuestros recursos físicos y psíquicos para darnos cuenta de cómo se va desplegando la experiencia momento a momento, aquí y ahora. Cuando esta capacidad se activa, aparcamos los juicios para relacionarnos con la realidad de este instante presente tal y como es, tal y como está.

Es útil entender esta capacidad humana como interdependiente, y a la vez coordinadora, de otras muchas capacidades como la perceptiva, atencional, motora, lingüística, simbólica, sensorial, motivacional, memorística, emocional y demás capacidades cognitivas.

La conciencia plena está intimamente relacionada con la función ejecutiva, la capacidad humana de elegir donde poner el foco, marcarnos metas conscientemente, definir planes que nos llevan de donde estamos a donde queremos estar, adoptar actitudes útiles en aras de esas metas, corregir en el camino lo que sea necesario para ir acercándonos cada vez más a ellas, posponer placeres cercanos o sostener la incomodidad por beneficios a medio-largo plazo, conectar con el sentido que tiene el realizar las acciones que vamos desplegando, discernir para responder conscientemente aprovechando los aprendizajes del pasado, calcular probabilidades de eventos en el futuro,…

En la capacidad mindfulness o conciencia plena destacan dos carácterísticas a la hora de esplicarla:

  • La atención se centra más en el mundo de las sensaciones que percibimos a través de los sentidos, y menos a atender el mundo mental. Por eso se dice que mindfulness es estar en el presente, porque por un lado, solo se puede atender a las sensaciones en el momento presente, y por el otro, solo se puede estar en el pasado y el futuro a través del mundo virtual de los pensamientos. Así que a más tiempo atendiendo a lo que vamos percibiendo a través de loss sentidos, más presentes estaremos, y a más tiempo en el mundo mental de los pensamientos, más ausentes estaremos con la atención perdida en el pasado o el futuro.
  • La actitud se vuelve amable y firme. Amable porque se aceptan las cosas tal y como están, sabiendo que irán cambiando, aunque siendo conscientes de que aquí y ahora no podrían ser de otra manera, y que no tiene sentido el pelearse con cómo están las cosas, ni con cómo han sido en el pasado, sino más bien aprovechar la sabiduría que nos trae ese pasado y este presente para navegarlas e ir transformándolas en la medida de lo posible. Actitud firme porque se adopta una perspectiva de proceso, no de inmediatez, y se comprende que en ese camino de continuo cambio e incertidumbre en el que vivimos la firmeza nos lo dará la estructura y la disciplina y no tanto el querer forzar y cambiar lo que ni se puede cambiar, ni se puede forzar.

¿Todavía sigues ahí?, bien, pues vamos a ir bajando todo esto a tierra.

El ser humano cuando está despierto puede tener la atención en el momento presente, atendiendo a la tarea que realiza en este instante, dándose cuenta de las sensaciones, de cómo se siente, de lo que está viendo, escuchando, oliendo, saboreando, tocando…. Se dice que en ese momento, en el que la atención está plenamente en el presente, se está viviendo la experiencia plenamente aquí ahora, en conexión plena con la realidad de este momento, dejando que las cosas sean tal y como son, confiando la sabiduría que tenemos y que hemos ido desarrollando para desenvolvernos o aprender lo que toque en este instante.

Y a esta manera de estar se la conoce con ese nombre de Mindfulness, palabra que se usa a modo de resumen y que se ha puesto de moda últimamente, conciencia plena vamos.

Aunque nuestra atención también puede estar en el mundo de nuestros pensamientos, en el mundo mental. En ese mundo virtual nuestra atención se puede ir a recuerdos, memorias, arrepentimientos del pasado. También puede irse a planes, fantasías, preocupaciones sobre el futuro, con lo que la atención se queda con esos pensamientos y deja de estar con lo que está sucediendo en el momento presente en el mundo real.

Pongamos un ejemplo, una persona está haciendo cola de pie en la caja de una tienda para pagar. Como ya ha estado muchísimas veces de pie a lo largo de su vida, ha aprendido y automatizado el acto de mantener el equilibrio de pie ( ya ni se acuerda de lo que costó en su momento este reto). Como también ha automatizado el acto de mantener agarrada la cesta en la que lleva lo que quiere comprar, físicamente está ahí haciendo cola, aunque su atención puede irse al mundo de los pensamientos, que si a dónde voy a ir luego, que sí que voy a hacer con todo esto que voy a comprar, que sí vaya lío que hubo esta mañana en el desayuno, que sí a ver si avanza rápido esta cola,… Así que la persona puede estar en esa cola físicamente, algo que ya ha automatizado y no requiere de prestar atención a ello, lo que hace que está atención quede libre y se vaya a otro sitio y otro momento que ha sido creado virtualmente en el mundo interior de la persona, en su mente a través de los pensamientos. Llamamos a esta forma de estar, vivir con el piloto automático (Estar ausente).

En este mismo ejemplo de esta persona que está parada de pie esperando para pagar en la caja de una tienda, la persona podría estar de una manera totalmente opuesta, podría estar con la atención plenamente en el presente, dándose cuenta de las sensaciones en el cuerpo al estar en esa postura de pie, notando como se siente, si hay cansancio, si hay tranquilidad, si hay inquietud, dándose cuenta de lo que está mirando, escuchando, oliendo, sintiendo como agarrar la cesta, notando también la presencia de otras personas,… En ese instante, la atención está plenamente en el mundo real, en el momento presente, viviendo la experiencia aquí y ahora sin resistirse a ella. Llamamos a esta forma de estar, vivir con conciencia plena o mindfulness (Estar presente).

Estas son las posturas opuestas o puras, las dos caras de una misma moneda, que por supuesto tienen sus puntos intermedios, en los que la atención va alternando entre el mundo virtual ( pasado/ futuro en la mente) y el mundo real ( presente en el aquí y el ahora).

Seguimos con más ejemplos, cuando caminamos por las calles de una ciudad que ya conocemos bien, es habitual que se conecte con facilidad el modo piloto automático, el acto de caminar, para las personas que pueden hacerlo, se automatiza desde edades tempranas, y si encima la ruta que estamos caminando ya casi la podemos hacer con los ojos cerrados, pues es relativamente sencillo que nuestra atención se vaya al mundo virtual de los pensamientos.

Esto ocurre gracias a nuestra red neuronal por defecto, que es el entramado neuronal que se activa cuando vivimos en el modo piloto automático, otra gran capacidad.

Cuando estamos realizando una actividad que ya hemos repetido de manera similar en infinidad de ocasiones, ésta acaba automatizándose porque se convierte en un aprendizaje que se graba en algún tipo de programación/ configuración neuronal, que puede funcionar en paralelo sin necesidad de nuestra atención.

Estas automatizaciones son vitales para el ser humano, desde las que ya vienen de serie ( el corazón, el hígado, los intestinos,… hacen su función sin que tengas que estar con la atención en ello), hasta las automatizaciones que vas aprendiendo ( mantener el equilibrio, utilizar los dedos de la mano, movilizar músculos para emitir palabras terminadas,…), lo que nos permite no tener que estar aprendiendolo todo de nuevo, y apilar aprendizajes nuevos sobre otros previos.

Así que cuando caminamos con el piloto automático puesto, gran parte de nuestra atención se va a los pensamientos, aunque lógicamente un poquito de esa atención se queda en el presente, la justa y necesaria para que el automatismo se mantenga y no te pase nada.

Ahora bien, también se podría caminar por esa calle en con el modo mindfulness o conciencia plena activado, con la atención plenamente en la experiencia del presente, notando el contacto de los pies con el suelo, sintiendo cómo se mueven las piernas, tomando conciencia de cómo estoy, siendo consciente de la presencia de otras personas, dándote cuenta del movimiento,…

Esto sucede sustentado en nuestra red ejecutiva central, qué es el entramado neuronal que se activa cuando vivimos en el modo mindfulness/ atención plena, hogar de nuestra función ejecutiva.

En este modo, la atención está mayoritariamente en el aquí y él ahora, en el mundo real, aunque lógicamente, un poquito de esa atención se dará viajes hacia el mundo de los pensamientos ( mundo virtual, pasado y futuro), y la frecuencia de estos viajes y la duración, dependerá de lo entrenada que esté esa red ejecutiva central.

¿Y porque está tan de moda hoy mindfulness? Tanto mindfulness o conciencia plena como el piloto automático son capacidades que tenemos, y lo que está sucediendo es que en este mundo en el que vamos a toda prisa, pasamos mucho tiempo con la atención atrapada en el mundo de los pensamientos, en ese mundo virtual que nos permite estar aprovechando nuestro pasado para hacer cálculos de probabilidades sobre el futuro ( a eso es a lo que se dedica la mente, por eso le cuesta tanto estar en el presente).

Al estar tanto tiempo en ese mundo de los pensamientos, en la actualidad, vamos perdiendo conexión con el momento presente, perdemos contacto con la realidad del aquí y él ahora porque nuestra atención deja de estar en la experiencia de este instante.

Y esto, está causando muchos problemas, porque las urgencias y las prisas hacen que a través de sus pensamientos en los que se queda atrapada la atención, esté continuamente activado nuestro modo emergencia ( sistema nervioso simpático), ya que interpreta la incertidumbre como una amenaza, que si tengo que hacer tal cosa y no me da tiempo, que si no me gusta como están las cosas y quiero cambiarlas ya, que si no sé si seré capaz de cumplir con este compromiso,…

En este estilo de vida en el que vivimos en la actualidad en esta parte del planeta, el momento presente no existen tantas amenazas como para estar con el modo emergencia activado ( modo atacar/ huir que consume muchos recursos de la persona), sin embargo en el mundo virtual es posible crear montones de películas mentales que el sistema nervioso autónomo interpreta como amenazas reales disparando el modo emergencia.

“En muchas ocasiones el ser humano sufre porque las cosas no están como quiere, y cuando están como quiere, sufre porque no quieren que dejen de estar así” , de la peli del guerrero pacífico – Dan Millman

Y mientras pasamos tanto tiempo con el piloto automático, dejamos de estar en contacto con la realidad, lo que nos impide darnos cuenta de muchas más posibilidades, que siempre han estado aquí y ahora, y esto a la vez nos impide que en muchos casos podamos solucionar los retos, dificultades y problemas a los que nos estamos enfrentando.

Desarrollar la capacidad mindfulness lleva consigo el desarrollo de la red ejecutiva central, lo que a su vez nos ayuda a vivir con más presencia en el aquí y él ahora, que nos conduce a vivir parando y soltando las resistencias que nos impiden fluir en este instante, estas prácticas favorecen que se activen con más facilidad el sistema nervioso autónomo parasimpático, que es el encargado de que se realicen las funciones de mantenimiento del ser humano.

Al cultivar la intención de estar en el momento presente, nos damos cuenta antes de cuando nuesta mente se queda enganchada en procesos rumiativos en los que nos atrapan los pensamientos que nos ponen en modo emergencia.

Además, al entrenar esta capacidad de estar con la atención en las sensaciones, emociones, sentimientos que están en un presente, nos lleva a vivir menos tiempo con el piloto automático activado, viviendas más tiempo en el presente en contacto con la realidad de este instante que es donde ocurre la vida y la compartimos con el resto de seres.

Mindfulness o conciencia plena tienen asociado el estar con una actitud que favorece la apertura al momento presente, y se trata de una actitud de amabilidad, cariño, curiosidad y agradecimiento, lo que nos lleva a poder vivir aceptando las cosas tal y como son ( que no quiere decir lo mismo que resignándose), acogiendo la realidad cómo está aquí y ahora, suspendiendo los juicios/ pensamientos, que muchas ocasiones nos llevan a resistirnos a que las cosas estén así aquí y ahora. Porque son además estás resistencias las que nos impiden fluir para dejar que nuestra sabiduría se maneje en este instante, o porque a veces esas resistencias nos impiden aprender lo que nos toca aprender aquí y ahora en este momento presente.

Así que te invitamos a que eleves la consciencia practicando los entrenamientos de mindfulness o conciencia plena, para qué así tu conciencia pueda discernir entre más posibilidades.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Deja un comentario