Deporte durante el confinamiento

No tenemos dudas de que el deporte es muy positivo para nuestra salud ¿no es verdad? creo que en eso todos coincidimos. Ahora bien, hago alguna salvedad, más que porque no sea positivo para la salud, por el hecho de que el deporte se ha vuelto una válvula de escape.

Las válvulas de escape están bien, evitan que explotemos por la presión, pero no actúan sobre el problema raíz, ¿Qué está generando la presión? Ahí es donde creo que el deporte actúa enmascarando problemas más profundos. Seguro que has escuchado a muchas personas decir que NECESITAN hacer deporte para no estar que los llevan los demonios, pues bien, indaguemos un poco más allá.

La persona que hace deporte y lo hace con tensión, tratando de demostrar algo, compitiendo (no me refiero a los profesionales) que se auto exige mucho, que necesita su dosis para estar bien con el mundo, crea una identidad como deportista que hasta socialmente está muy adaptada, con grupos, competiciones, equipos… Entiéndeme, todo esto no es malo, estoy hablando de cómo lo vive la persona, no de que estas prácticas sean malas en sí mismas.

Esta identidad que se crea como deportista en muchos casos es uno de los aspectos de la vida más importantes para muchas personas. Pues bien, mientras las cosas van bien, los progresos son constantes y se van cumpliendo las metas propuestas, este “ego-deportivo”, por llamarlo de alguna manera, está satisfecho, cosa muy distinta es cuando las cosas no salen como se esperaba.

Es muy habitual, que los deportistas con este perfil, debido al sobre entrenamiento y sobre todo la falta de conexión con su cuerpo y su mente, caigan en lesiones. Una situación que atenta contra la integridad de ese “ego-deportivo”, esa identidad que se sustenta desde la grandeza, pero que se desmorona ante el más mínimo traspiés. La lesión tiene un componente mucho más peligroso para el deportista que el físico y es el psicológico al estar de nuevo a merced de otras cadencias personales, aspectos de la vida no atendidos que generan tensión y que ahora no se pueden tapar o mitigar con el deporte.

La situación que vivimos de confinamiento no dista tanto de una lesión. Es una situación que nos impide la práctica del deporte, al menos en libertad, que conlleva una merma del nivel atlético con muchos casos (salvo los que tienen una equipación top en casa) y todo el aspecto social.

Se hace fundamental conectar con la intención real que hay detrás de tu práctica deportiva, quiero decir, si el “ego-deportivo” lleva la batuta, es muy probable que siempre quiera más, que alimente la competitividad, la tensión, la progresión y los resultados, pero ¿Qué es realmente lo que buscas tú? ¿Cuál es tu intención? ¿para que haces deporte? La respuesta a estas preguntas te puede dar una pista de si es realmente tan importante un parón parcial de un mes en tu entreno o si realmente tienes que luchar por acabar entre los 30 primeros en no se que carrera. Estas respuestas te llevarán seguramente a otros espacios, a estar en forma, saludable, a socializar, a pasarlo bien, a… cosas que no están reñidas con el deporte respetuoso contigo.

Desde el Instituto Asturiano de Mindfulness trabajamos con las personas para que busquen la salud a través del equilibrio cuerpo-mente, haciendo una práctica deportiva consciente, sin tensión, sin demostración a terceros, sin tapar nada, conectando con las sensaciones, viviendo la experiencia tal y como es. Y que no se me interprete mal, en ningún momento quiero decir con un rendimiento deportivo menor, todo lo contrario, cuando te despojas de la tensión, cuando empiezas a fluir y el equilibrio forma parte de tu práctica, tu capacidad deja de tener limitaciones y se proyecta mucho más allá.

Por otro lado, es muy interesante, durante una lesión, un confinamiento, y en cualquier momento, darle al cuerpo distintos patrones de movimiento. Quiero decir, si somos corredores, solo corredores, siempre estaremos ejercitando determinados grupos musculares, acortaremos determinadas estructuras y llevaremos a nuestro cuerpo al desequilibrio, así que, siguiendo la recomendación de la mayoría de los expertos y mi experiencia propia, la combinación de diferentes deportes, que aporten otros rangos de movimiento, otros patrones musculares, que se realicen en otros espacios es muy positiva para la persona y también potencia la disciplina que tengas como prioritaria.

Conclusión: siempre es interesante la práctica de deporte, en momentos de lesión o confinamiento, no pienses que estás perdiendo entrenamiento y busca equilibrar tu cuerpo con otras disciplinas y hazlo de forma consciente y amable con tu cuerpo y respetuoso con  tu mente.

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