Mindfulness y meditación NO son lo mismo

Mindfulness y meditación no son lo mismo, aunque tampoco es tan importante conocer la diferencia.

Lo importante es que practiques y amplíes tus maneras de entrenar el estar más tiempo presente y menos ausente, sin dejarte arrastrar en exceso por el mundo mental de los pensamientos.

Dicho esto, al igual que en cualquier otro tipo de práctica personal, tener claros los conceptos nos puede ayudar a mejorar la calidad de la práctica y con ello los beneficios que vienen detrás.

Mindfulness es una capacidad humana, aunque profundizamos más en otro artículo, por resumirlo aquí, es a lo que llamamos conciencia plena, esa capacidad para estar presentes con la atención en lo que está sucediendo aquí y ahora.

Todas las personas tenemos esta capacidad, es inherente al ser humano. La utilizamos para concentrarnos en algo, darnos cuenta de las cosas, tomar conciencia de muestras necesidades, atender voluntariamente a lo que sentimos, vemos, oímos, olemos o saboreamos, darnos cuenta de otras perspectivas e interpretaciones, sostener la incomodidad un tiempo por un beneficio posterior a medio o largo plazo, o también posponer algo placentero o agradable en aras de algo que nos pueda venir bien en el futuro.

Así que mindfulness o conciencia plena es esa capacidad que coordina y se interrelaciona con otras muchas capacidades que tenemos, para estar a lo que se celebra, de manera voluntaria y sin pelearnos con como están y son las cosas.

La meditación por su parte, más que una capacidad que tenemos, es una actividad que podemos llevar a cabo a la que llamamos meditar, tenemos otros artículos con ejemplos de en qué consiste.

Y hay muchas maneras de meditar o practicar la meditación, aunque por simplificar, puede decirse que meditar es practicar el darse cuenta de donde está la atención, tomar conciencia de ello, familiarizarse con eso a lo que se está atendiendo.

Meditar es ese proceso en el que además de darnos cuenta de donde está la atención, elegimos voluntariamente, o bien dejarla libre, o reconducirla a un objeto de atención que se haya elegido previamente, bien sea la respiración, los sonidos, las sensaciones, un mantra o cualquier otro evento del presente al que poder dirigir la atención.

Puede decirse entonces que meditar es utilizar la capacidad y cualidad humana de mindfulness o conciencia plena.

Y aquí es donde puede venir esa confusión de los conceptos, porque, aunque son cosas diferentes, van de la mano, no se puede meditar sin la capacidad mindfulness, y es la meditación, en alguna de sus diferentes formas, la que permite el desarrollo de esa capacidad.

Creo que mediante un símil se puede entender más fácil, mindfulness sería a la meditación, lo que la capacidad cardiorrespiratoria al ejercicio físico.

Hay muchos tipos de ejercicios físicos que mejoran la capacidad respiratoria, como hay muchos tipos de meditación que mejoran la capacidad mindfulness o conciencia plena.

Practicar deporte utilizaría la capacidad del corazón y los pulmones que llamamos cardiorrespiratoria, mientras que practicar meditación utilizaría la capacidad mental que llamamos conciencia plena o mindfulness.

Resumiendo, meditar es algo que hacemos, es un tipo de actividad humana que se realiza gracias a que tenemos capacidades y cualidades como es el mindfulness o conciencia plena que nos lo permiten.

Por eso decimos que hay muchos tipos de meditación, como hay muchos tipos de ejercicio físico.

Por eso decimos que desarrollamos y mejoramos mindfulness practicando la meditación, como también decimos que desarrollamos y mejoramos la capacidad cardiorrespiratoria practicando ejercicio físico.

Es fácil confundir los términos mindfulness y meditación, porque meditar requiere de la capacidad mindfulness, y mindfulness se mantiene o desarrolla gracias a la práctica de la meditación.

Ahora bien, cuéntatelo como quieras, tal vez digas voy a meditar, practicar meditación, o voy a hacer o practicar mindfulness, o puede que digas voy a meditar mindfulness. Dilo como quieras, porque al final lo que importa es que dediques un tiempo a entrenar tu cuerpo-mente, bien sea con meditación, ejercicio físico o cualquier otro tipo de práctica que sea beneficiosa para ti, llame como se llame, digas como lo digas.

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